Poemo


Las confusiones sobre el género que cometen algunos extranjeros al hablar, suelen provocarnos una sonrisa. Veamos qué pasa cuando se hace adrede:

 

Poemo

 

Me asomé a la balcona
y contemplé la ciela
poblada por los estrellos.
Sentí fría en mi caro
me froté los monos
y me puse la abriga
y pensé: qué ideo,
qué ideo tan negro.
Diosa mía, exclamé:
qué oscuro es el nocho
y qué solo mi almo
perdido entre las vientas
y entre las fuegas,
entre los rejos.
El vido nos traiciona,
mi cabezo se pierde,
qué triste el aventuro
de vivir. Y estuve a punto
de tirarme a la vacía…
Qué poemo.
Y con lágrimas en las ojas
me metí en el camo.
A ver, pensé, si las sueñas
o los fantasmos
me centran la pensamienta
y olvido que la munda
no es como la vemos
y que todo es un farso
y que el vido es el muerto,
un tragedio.
Tras toda, nado.
Vivir. Morir:
qué mierdo.

Jesús Lizano