Me ha herido recatándose en las sombras,
sellando con un beso su traición.
Los brazos me echó al cuello y por la espalda
partióme a sangre fría el corazón.
Y ella sigue alegre su camino,
feliz, risueña, impávida, ¿y por qué?
porque no brota sangre de la herida...
¡porque el muerto está en pie!.
Gustavo Adolfo Becquer.
Comments (0)
You don't have permission to comment on this page.